Durante las últimas décadas, el rol de las mujeres en la sociedad se vio revolucionado, logrando abrir una brecha importantísima para mi generación y las que están por venir. Sin embargo, esta lucha va más allá de ostentar un puesto o ser reconocidas como líderes. Necesitamos una deconstrucción que surja desde las entrañas de la sociedad -que comience en las casas, donde se eduque con el ejemplo. Sin esto será realmente difícil lograr una equidad.

Si bien la falta de mujeres en las áreas STEM es un fenómeno global, en Latinoamérica esto es aún más preocupante. La región sigue rezagada en muchos temas, incluyendo los de equidad y oportunidades para la mujer. Muchas personas creen que las mujeres están en su mayoría destinadas a estudiar alguna licenciatura “para trabajo de oficina”, aunque muchas veces los intereses sean otros. De acuerdo con el informe de la UNESCO “Descifrar el código: la educación de las mujeres y las niñas en materia de STEM”, sólo el 35% de los estudiantes matriculados en las carreras vinculadas a las STEM en la educación superior son mujeres.

Debido a los programas que se han llevado a cabo a lo largo de los años para incentivar la participación de las mujeres en las carreras STEM, en Argentina las cosas van mejorando, pero se encuentran lejos de ser las ideales. De acuerdo con el estudio “¿Cómo romper el círculo vicioso?”, realizado por Cippec Mujeres en STEM, tan sólo un 25% de mujeres son las que estudian ingeniería y ciencias aplicadas y un 15% carreras de programación. Esta brecha surge desde temprana edad debido a los estereotipos de género que existen a la hora de elegir carreras relacionadas a la ciencia y tecnología.

Otro dato interesante y que hace abrir los ojos a la realidad es el dado a conocer por el informe realizado por el portal de empleos Bumeran y el Ministerio de Desarrollo Económico y Producción de la Ciudad de Buenos Aires, que revela que la participación de las mujeres en el sector IT representa solamente un 33,8%. Si bien la presencia de las mujeres en el mundo IT ha aumentado en comparación a años anteriores, el número es aún pequeño y es necesario continuar trabajando para impulsar el desarrollo profesional de las mujeres en estas áreas.

En este sentido, es de vital importancia cambiar el discurso, y eso incluye tanto a las personas como a los gobiernos y las empresas. Cada día deberían de existir más programas, cursos, campañas masivas públicas y privadas que incentiven la participación de las mujeres en las carreras STEM tal como el 11 de febrero, en donde se conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.

Queremos como sociedad que el día de mañana todo profesional sea reconocido por los grandes logros y objetivos que pueden alcanzar, y que no sea motivo de noticia o asombro que una profesional sea líder de una compañía de tecnología, que una mujer gane un premio nobel o que una niña sea la ganadora en un concurso de matemáticas.

(*) Maribel Dos Santos: Directora general y vicepresidenta senior de Oracle México