Agentic AI, hiperpersonalización y seguridad: la IA redefinirá el panorama tecnológico en 2025

Escribe Francisco Larez, Vicepresidente de Progress para América Latina y el Caribe

En 2024, el mercado tecnológico atravesó una de las transformaciones más significativas de la historia reciente, impulsada por avances en inteligencia artificial, computación en la nube y análisis de datos. Las empresas, grandes y pequeñas, están rediseñando sus estrategias para adaptarse a este panorama dinámico.

Las tendencias que marcarán el camino hacia 2025 destacan un futuro donde la IA no solo transforma la forma en que las empresas operan, sino también cómo interactúan con sus clientes y gestionan sus procesos internos.

Una de las áreas en la que estamos viendo avances significativos es la integración de la inteligencia artificial con capacidades humanas. La próxima generación de inteligencia artificial, que llamamos Agentic AI, consistirá en algo más que una herramienta de apoyo. Estará diseñada para asumir la gestión de flujos de trabajo complejos y tareas de alto nivel, y actuar como un colaborador inteligente dentro de los equipos humanos.

Con esta colaboración, las empresas podrán tomar decisiones más informadas, ágilmente y con mayor precisión. Según Deloitte, en 2024, el 25% de las empresas que utilizan IA generativa lanzarán pruebas piloto de Agentic AI, cifra que aumentará al 50 % en 2027.

No obstante, este avance no solo se limita a la mejora de procesos operativos. En el ámbito de la regulación y el cumplimiento (RegTech), la IA generativa tiene un papel fundamental. En un mundo empresarial cada vez más marcado por la necesidad de transparencia y responsabilidad, las herramientas de inteligencia artificial serán capaces de detectar sesgos, generar informes y asegurar que las empresas mantengan altos estándares éticos.

Otro aspecto clave de la transformación digital que estamos viendo es la hiperpersonalización. La capacidad de analizar datos en tiempo real, combinada con el poder de la IA, ofrecerá a las empresas formas de interactuar con los consumidores de manera completamente personalizada. No se trata solo de recomendar productos, sino de comprender el comportamiento del cliente a un nivel profundo, a través del cual las marcas podrán crear experiencias únicas y auténticas.

Esta hiperpersonalización será posible gracias a la computación de borde (edge computing), por medio de la cual las empresas procesarán datos cerca de la fuente, facilitando decisiones instantáneas y proporcionando interacciones en tiempo real. Así, se espera que el mercado mundial de edge computing crezca de 3.600 millones de dólares en 2020 a 15.700 millones en 2025, de acuerdo con datos de MarketsandMarkets.

Todas estas oportunidades también vienen acompañadas de desafíos, y uno de los mayores es la seguridad y la gobernanza de los datos. A medida que la adopción de la IA se expande en todos los sectores, las empresas deberán asegurarse de que sus políticas de datos sean transparentes y seguras para proteger la privacidad de los usuarios. Esto requiere una gestión de datos robusta que garantice que la IA se utilice de manera ética.

En este sentido, el desarrollo de soluciones nativas en la nube es otra tendencia clave para el año entrante. En 2024, el tamaño del mercado de almacenamiento nativo en la nube superó los 19.800 millones de dólares en 2024 y se anticipa que crezca a una TCAC (Tasa de Crecimiento Anual Compuesta) de más del 24,3 % entre 2025 y 2034.

Por último, en un mundo cada vez más digital, la diversidad, equidad e inclusión (DEI) sigue siendo una prioridad en la estrategia de transformación digital. Un entorno inclusivo que no solo promueve una cultura laboral más humana, sino que utiliza la IA para reducir sesgos inconscientes y mejorar las prácticas empresariales en términos de inclusión. La inteligencia artificial puede desempeñar un papel crucial en la creación de un futuro más equitativo.

Para enfrentar los desafíos que traerá consigo el desarrollo de la tecnología es clave construir un diálogo entre empresas y usuarios. De esta manera, se podrán poner límites claros y generar oportunidades para que la IA sea una fuerza transformadora, accesible y ética. No obstante, las empresas ¿están dispuestas a avanzar con la tecnología, y al mismo tiempo construir relaciones de escucha y confianza con sus clientes y colaboradores? Aquellas que encuentren un equilibrio entre estos dos factores podrán transitar exitosamente esta nueva revolución tecnológica.

(*) Francisco Larez: Vicepresidente de Progress para América Latina y el Caribe